Una vez al año, con una duracion aproximada de 1 mes, se lleva a cabo una manifestación cultural llamada "subway letteratura" y consiste en la distribución gratuita de pequeños libretos con cuentos o relatos cortos en todas las estaciones de metro de Milan, para leer durante el viaje. Son textos literarios de excelente calidad, con la intención de promover nuevos autores.
Esta semana he leído 4 de estos cuentos... todos muy buenos... Pero hay uno en particular que me gustó mucho... quise compartirlo con ustedes así que me tomé la molestia de traducirlo...
"SIN-NOMBRE (un encuentro extraño)" de Marco Paolisso
- Tienes una casa?
- Si, pero no quiero regresar.
El niño de los ojos muy grandes hablaba con voz de adulto, pronunciando bien las palabras, como para darles una profundidad inesperada.
Me miraba fijo a la cara, sin bajar la vista ni siquiera por un segundo, con el comportamiento de quien escucha con mucha atención.
- Te llamas Julio, verdad? Pero te hubiese gustado que te llamaran: "El viento que corre".
Quedé sorprendido, con un cierto terror fascinante Quien era ese niño? Como podía saber que, de pequeño, jugando, me hacia llamar en ese modo?
- Quien eres? -le pregunté directamente- Un brujo, un espíritu, un vidente, un sueño? que eres?
- Nada de eso, solo soy uno que sabe escuchar el silencio. Porque? tu no lo sabes hacer?
La naturaleza de esa pregunta era desarmante, observé a mi interlocutor, que ahora giraba alrededor de mi con las manos detrás de la espalda, como si estuviese jugando a examinar una extraña criatura.
- Nos vamos?
Y sin esperar mi respuesta, me tomó de la mano y me empujó por la misma oscuridad por la que vino.
- A donde me llevas?
- Donde te gustaría ir?
- Quisiera regresar a casa.
- Porque? crees que no puedes regresar?
A este punto no me asombraba mas del hecho que aquel niño entendiera el significado escondido detrás de cada palabra mía
- Tal vez he cometido muchos errores.
- Entiendo.
En su modo de responder, en mi modo de hablarle, me parecía estar en un monologo.
- Eres mi conciencia verdad? Es por esto que eres implacable.
- Tu te sobrestimas!.
Me había equivocado en todo, aquel niño no podía ser yo, aunque habia en él algo muy familiar.
- Hey! a donde vas?
Me volteé y vi a mi compañero a diez metros atrás de mi con la vista fijada a lo alto. Miraba un viejo edificio completamente arruinado por el tiempo.
- Llegamos!
- Esta no es mi casa.
- De hecho, es la mía. Porque?
- Creía que estábamos yendo a mi casa.
- Yo nunca he dicho de ir allá
Desde este momento renuncié a entender los esquemas de mi guía, al fin y al cabo era solo un niño, un niño en el que confiaba todo mi ser, como en un acto de fe.
- Porque estamos aquí?
- Pienso que puedo fiarme de ti, A pesar de todo ya somos amigos.
Me hizo entrar por una puerta ahuecada, con la cerradura totalmente oxidada. Miré a mi alrededor: todo estaba deteriorado: las ventanas, donde quedaban, tenían los vidrios rotos, las tuberías goteaban, y cables eléctricos descubiertos pendían de todas partes.
- Este no es un bonito lugar para vivir.
- Todos aquellos como yo terminamos aquí. Somos muchos, pero tu no puedes ver a los otros.
- Porque?
- Acaso te preguntas porque no ves el aire que respiras? entonces no preguntes tampoco sobre esto.
Me mostró un catrecito, muy viejo hasta para un militar, estaba en el centro de una habitación enorme, y era el único mueble de ese lugar.
- Aquí es donde duermo.
Una profunda tristeza me apretó el corazón
- Donde están tus padres?
Los ojos del niño se llenaron de odio al escuchar esta pregunta. Un sentimiento tan grande en una cara tan pequeña era impresionante.
- Es culpa de ellos si estoy aquí!. No me quisieron!.
- Te abandonaron?
no me respondió. Después, con un cambio repentino, me sonrió
- sabes que quería ser un doctor cuando fuera grande?
- Te descubrí! eres un sueño que he abandonado!. de niño yo quería ser doctor.
- Crees de ser tan exclusivo? sabes cuantos doctores y aspirantes a tal existen? y ademas, porque piensas que yo no sea real?
No sabia como responder, entendí que no tenia ninguna idea de todo lo que me estaba pasando.
- Esta historia es muy extraña.
- Lo sé, no te preocupes, entiendo que, a veces, las personas tienden a razonar todo. Es dificil creer en los sueños, aunque ayudan al corazón Tu porque no crees mas en ellos?
Lo miraba mientras me hablaba, haciéndome preguntas muy grandes, en ese momento comprendí que de nosotros el verdadero niño era yo.
- Es hora de despedirnos.
- Como? ahora?
- Si, no tenemos mucho tiempo.
- Pero yo tengo aun tantas preguntas!
- Es normal, todos nos confundimos delante de las grandes novedades.
- No se ni siquiera tu nombre.
- Porque yo, un nombre, todavía no tengo.
- Nos volveremos a ver?
- Esto depende de ti. Ahora vete!, es tarde.
Hubiese querido decirle a ese niño tantas otras cosas, hubiese querido entender el misterio de nuestro encuentro. Me sentía abandonado, dejado solo a mi destino.
Sin darme cuenta regresé a mi habitación, el repique del teléfono me trajo de nuevo a la realidad.
- Alò?
- Alo? que haces aun en casa?
- Que quieres decir?
- Que Laura ya salió
Salgo sin siquiera colgar el teléfono, es tarde, y temo llegar tarde.
Si hubiese sido un film mi carro no hubiese partido, hubiese manejado a toda velocidad, saltando sobre los techos de los otros carros para llegar mas rápido, acompañado de los insultos de los otros conductores, y llegando sin aliento te hubiese detenido al ultimo segundo.
En cambio el carro partió, no había trafico, y me encontré a un solo pendejo que no me daba paso en un cruce. Estacioné en medio de la calle, aunque me hicieran una multa, aunque me llevaran el carro, no me importaba.
Cuanto entro, tu estas cómodamente sentada en la sala de espera.
- No lo hagas!
- Y como así este cambio de opinión?
- Es una decisión que tomamos juntos! Cuenta o no mi opinión también? Yo quiero continuar.
Una mujer robusta entra en el salón, la miro con odio. Dice un nombre, no es el suyo.
Se levanta una muchacha alta, rubia, con ojos llenos de temor, mientras pasa me mira, tal vez piensa al porqué ninguno vino a detenerla.
- Yo soy la próxima, ya es muy tarde, he decidido.
La dureza en su mirada es insostenible, levanto la mirada hacia la ventana; afuera, en la calla, veo al niño, me mira con los ojos llenos de esperanza: "vamos papá! fuerza!"
Una mujer pasa a través de mi visión borrandola toda.
Tomo aquel poco de coraje que tengo en las venas, lo comprimo lo mas que puedo en el estomago, miro a Laura a los ojos y lo hago explotar en mi ultimo intento de salvar aquella que podía ser mi familia y mi alma.
- Lo he visto sabes? nuestro hijo, será un muchacho despierto, tendrá tus ojos y tu tenacidad, será sincero, puro, tendrá un corazón enorme, sabrá soñar, y combatirá hasta el fin para que sus sueños se hagan realidad. Sabrá escuchar el silencio y creciendo se convertirá en un hombre mejor que yo, de grande quiere ser doctor, nos ayudara a crecerlo y amarlo.
- Basta!
- Lo siento.
- No es tu culpa.
- Al contrario. Tal vez si hubiese insistido mas.
- Probablemente no hubiese cambiado nada.
Mi niño me hablaba con la misma madurez que recordaba en aquel sueño lejano.
- Sabes que me hubiese gustado llevarte conmigo
Laura se acerca, nos mira con aire paciente, como si se estuviera preguntando quien de nosotros era el niño, luego decide de dirigirse al mas pequeño, osea, a mi.
- Sabes que no puedes llevarlo. Tiene que ir a la escuela, y ademas, tu vas en viaje de negocios, no a jugar.
- Si claro, pero solo es un par de días, y no trabajaré las 24 horas del día
- he decidido. Punto y Final.
- Mami! por favor! solo por esta vez!.
- Marcos, Deja de inventar historias!
- pero mamá..
- Uhmmm, esta bien, pero solo por esta vez, entendido?
y respondemos en coro que si; Marcos me salta al cuello, está feliz, pero yo lo estoy mas aun, Laura sabe que para mi cualquier excusa es buena para estar con mi hijo.
Aquel pequeño demonio me toma por la mano.
- Nos vamos?
Y otra vez mas, lo sigo sin dar explicaciones.
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